LA MÁGICA CIUDAD DE DUENDES Y HADAS
Cuentan una leyenda que un niño y su perro se perdieron en el bosque.
Pepe era un niño que tenía la tez clara, el pelo rubio, corto y liso, cejas arqueadas, ojos azules, orejas con forma de cacahuete, nariz con forma de rampa y boca de dientes perfectos. Pepe era listo, bueno e ingenioso.
Pancho era un perro de raza "Golden Retriever" de pelo color rubio, ojos de color marrón y nariz chafada. Pancho era listo y juguetón.
Pepe vivía con sus padres y con Pancho en una casita al lado del bosque. La casita tenía el tejado de color rojo, las paredes amarillas, las ventanas cuadradas y la puerta de color roble. El bosque era como un laberinto que estaba repleto de árboles muy altos y muy grandes.
Un día Pepe se acercó al bosque con Pancho para jugar. Después de llevar un rato jugando, Pepe decidió volver a casa, pero no sabían como salir del bosque. Estuvieron andando, andando y andando hasta que vieron una ciudad mágica llena de duendes y de hadas. Los duendes y las hadas no se llevaban bien.
A Pepe no le gustaba ver a los duendes y a las hadas peleándose, así que tuvo una idea: hacer que el rey de los duendes se enamorara de la reina de la hadas en una cita.
Dio el mensaje al rey de los duendes y a la reina de las hadas. En su cita se enamoraron y ya no hubo más peleas.
Finalmente la reina de las hadas y el rey de los duendes estaban tan agradecidos que le concedieron un deseo a Pepe. Pepe deseó volver a casa y vivió muy feliz.
AUTORA: Ruth María Rodríguez Simón.
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